9-5-2015 Monte Bromo. Volcanes espectaculares

Salimos a las 00,30 de la noche de Malang y tenemos un viaje por delante bastante animado y largo. Lo primero es un minibús que nos llevará al grupo de 8 que llegaremos juntos hasta el embarcadero para cruzar a Bali mañana al mediodia y que está compuesto de 2 parejas suizas, una pareja polaca, una chica finlandesa y yo. 

La primera escala, tras algo más de dos horas de carretera nocturna que más parecía una carrera entre touroperadores, nos lleva hasta Cenara Lawang, una pequeña población en la ladera del cráter Tenggar donde se halla el Volcán Bromo que da nombre al Parque Natural Bromo-Tenggar-Semeru.

Desde el pueblo ya no se puede seguir en coche o autobús porque las rampas son ya bestiales, así que cambiamos de vehículo y pasamos a dos Jeeps que nos lleva hasta donde puedé llegar del Monte Pananjakan donde a partir de entonces debemos seguir andando durante unos 20-30 minutos cuesta arriba por rampas de tierra y algunas escaleras que nos obligan a hacer dos o tres pequeños altos en el camino. Realmente durillo, pero a las 4,10 de la mañana ya estamos a unos 200 metros de la cima de ese monte de 2.770 metros que será nuestro punto de espera para ver el amanecer y con él el espectacular cráter donde residen los volcanes Bromo, Kursi y Batok y algo mas al fondo el Semeru, también activo y que con 3.676 metros es el pico más alto de Java además de montaña sagrada para los hindúista se de Bali.

Primera foto que no sale negra... porque cuando hemos llegado gracias a la linterna del IPhone.

Poco a poco va llegando el amanecer...

Ya se distingue bien el Semeru, el volcán activo y cumbre más alta de la isla de Java.

Hace frío, son las cuatro de la mañana y estamos a unos 2.500 metros de altura,  pero aprovechamos para comernos el desayuno que llevábamos además de un café que he podido comprar en un tenderete en el mismo mirador. Vamos mirando al Este viendo como empieza a amarillear al fondo y esperamos que sean las 5 cuando debería  haber ya amanecido,

Ayer compre esta sudadero y menos mal porque si no me quedo congelado allí.

Lo cierto es que antes de que amanezca totalmente ya se empieza a vislumbrar el espectacular paisaje. Ahora se entiende el porque de la manía de hacerte madrugar. Los colores van cambiando según clarea y al llegar allí con noche cerrada no has podido siquiera hacerte una idea de lo que te espera. 

Las primeras luces permiten ver el enorme cráter de 10 kilómetros de largo.

Cuando la luz ya ha llegado, cientos de fotos desde todos los ángulos y rincones empiezan a dispararse de la gran cantidad de gente que se acumula en tan pequeño espacio, además hoy es Domingo y también hay muchos locales, pero aún así hay sitio para que todos disparen las cámaras y teléfonos. 

Espectacualar, en primer lugar el Batok, tras él el Bromo humeante y al fondo el Semeru.

Con la luz ya se aprecian los colores reales.

Los bordes del cráter.

Justo encima del cráter se puede ver la localidad de Cemara Lawang.

A las 6 teníamos que estar de nuevo en los Jeeps, así que 20 minutos antes bajamos los 4 y esta vez cuesta bastante menos. También hay pequeños caballos y ponys que te pueden hacer la subida más llevadera.

Ya terminando las escaleras de bajada estaban los caballos para los que no tenían muchas ganas de sufrir.

Nuestro destino ahora era el Monte Bromo y su caldera sulfurosa. Con los Jeeps nos acercan bastante tras atravesar el Laotian Pasik o Mar de arena y aún así nos ha tocado recorrer unos cuantos cientos de metros entre la arena, subiendo hasta el monte Bromo al que finalmente hay que acceder por una escalera de 258 escalones respirando ya el azufre que emana de la caldera.

Gusta del cráter desde la bajada del Monte Pananjakan.

Ya en el Mar de Arena y camino al Bromo podemos ver a la finlandesa.

Es camino hasta el Bromo no es tan duro como el primero pero requiere bastante esfuerzo también y además ya empezaba a notarse el sol.

Las mascarillas son imprescindibles, primero por el polaco que se levanta en el mar de arenas, luego por el olor de los jamelgos y finalmente por el azufre que emanaba la caldera y que podías notarlo en ojos y garganta, además de su peculiar olor a bomba fétida.

El viento hacia que la fumarla cambiara de tamaño y forma en segundos.

El Dios Ganesha, hindúista.

Me he quitado la mascarilla sólo para la foto.

Acumulación de visitantes en la zona en la que puedes subirte a un caballo para la vuelta al Jeep.

Entre los cuatro que íbamos en el Jeep nos ha costado 15 minutos largos encontrar el nuestro porque había cientos y todos casi iguales, aunque teníamos la foto de nuestro número de matrícula.

Después, antes de las 12 del mediodía, salimos ya de Cemara Lawang camino del hotel, a unas tres horas de allí que sirve de escala para visitar el Ijen Plateau.

Paramos a comer y hacemos unas fotos a unos barcos típicos de pescadores indonesios y casi a las 3 llegamos a la localidad de Bondowoso donde podremos descansar hasta las cuatro de la mañana, hora de partida al día siguiente.